The Libertine **

Una película ambientada en siglos atrás siempre es difícil que interese y que no sea demasiado tostón. Una solución sería contratar en todas a Keira Knightley, como ésto no es factible, apostamos por Johnny Depp al que al aceptar este papel le habrá dado igual la época, se habrá fijado más en su personaje, en torno al que gira la película, que como no podía ser de otra manera, no es un individuo normal, es como le gusta a Johnny, es raro, también egocéntrico, mujeriego, insolente y varias cosas más porque con su mujer es un poco cabronazo, y con el hombre al que deja muerto y le dice "te lo dije", en fin.
El sexo es la base del cerebro de nuestro personaje, hasta que conoce a la mujer de sus sueños, se enamora de ella demostrando que hasta el más cerdo tiene su corazoncito, y le ayuda a triunfar en el teatro, con el consiguiente rechado de ella, prefiriendo triunfar en los escenarios (una postura que deja en el lugar que le correspondía a nuestro protagonista).
Llegado el momento en el que "el libertino" está demacrado y esperando morir pronto (la caracteriza ción es bestial), la mujer es la que le apoya, demostrándo lo estúpido que puede resultar a veces el amor.
Lo más fuerte de la película es el teatro que monta el amigo, una obra que ensalza el poder del consolador frente al aparato masculino, consigue ridiculizar al Rey, que baja a interrumpir la obra.
En fin, que no está del todo mal, pero su lentitud y falta de sorpresas hace que se haga muy larga. Y la conclusión es que Johnny ha encontrado otro "personaje Depp", uno más que añadir a su larga lista.